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viernes, 30 de diciembre de 2011

La reflexión

Un nuevo día, una nueva entrada!!

La autora no ha querido que pongamos más que su nombre, ni correo ni nada. Le gusta la reflexión y le ha parecido una buena idea y muy interesante para ser escrita y así lo ha hecho:):)

Sé que insistimos mucho... pero vuelvo a decir que podéis enviarnos todo tipo de cosas; críticas, pensamientos, descripción, ensayo... textos argumentativos o de opinión... cualquier cosaa que no se pase de extensa. Es decir, que no  hace falta que solo sean relatos cortos o cosas así; pueden ser pensamientos sobre algo, hasta un texto científico! (sin pasarse de la dificultad comprensiva para una persona que no tiene mucha idea de esas cosas. Y, sí, me doy por aludida xD). Incluso si os apetece escribir sobre la migración de los patos... mientras el texto no aburra, puede servir :P:P

Así que nada... a leer que para eso estamos;) ( y a escribir!!)


Admin.: ClaryClaire



 

La reflexión

 

Últimamente soy adicta al café, sí, lo reconozco. También acepto que me he aficionado demasiado a escuchar canciones antiguas, de tiempos pasados, porque pienso que de vez en cuando mirar atrás tiene su parte positiva; pero solo si los recuerdos son de tu agrado.

Necesito un soplo de aire fresco, renovación. No significa que mi vida no me guste, al contrario, actualmente todo está en su sitio, donde debería haber estado desde el principio.

Creo que son los pensamientos los que mueven el mundo. Un pequeño empujón no hace daño a nadie, y menos si lo que te mueve es lo que tú crees.

Quedarse en casa nunca antes me había parecido tan necesario. Sentir el calor de los que te quieren y que sabes que nunca te van a faltar.

La gente no ve más allá de la tristeza, la desesperación, el miedo y las prisas. Y a ellas debo confesarles que me parecen un cáncer de hoy en día que cada vez atacan a más personas.

Existe un muro que los separa de la felicidad que tanto desean y que la tienen a la vuelta de la esquina. Pero están ciegos.

Mis instintos siguen un camino marcado por las pistas llamadas diversión, locura, sinceridad y confianza. Pero todas ellas a su ritmo, sin estresarse. Porque ir despacito tiene su puntillo.

Se oye por ahí que las mejores personas están locas. Me lo creo.

Apariencia, simplemente eso. Algunos viven esclavizados por ella. Y no se sabe el tiempo que resistirán sus cadenas.

Da igual cuantos años tengas, tu nivel de madurez no tiene porque ir acorde con tu edad. Personas con diecisiete años creen y piensan más en su futuro que otros con cincuenta y cuatro a los que la vida ya no les da más de sí porque la han desperdiciado.

Ser uno mismo es tan fácil que la gente lo ve difícil. Resignación, ninguna. Lucha, a tope.

Ganas de sentir, todas :)


 
Rebeca

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Forever Young

Buenas genteeee ^^ 

Nada, solo quería daros las gracias a todos por hacer de este pequeño blog algo viable, la verdad es que estamos teniendo resultados que no nos esperábamos ;) Tampoco es que tengamos una masa de correos impresionante, pero, joder, para llevar abierto 48 horas... Y bueno, también quería deciros un par de cositas =)

Como ha dicho Miguel en la anterior entrada, vamos a ampliar los tipos de textos, a ver si así se anima más gente a participar. Yo estoy preparando ya mi primera entrada peronal en el blog sobre una crítica, a ver si os gusta xD Y Miguel está preparando un ensayo para una opinión (no tengo ni idea de sobre qué va a ir, palabra xD). Así que nada, si queréis enviarnos este tipos de cosas, como en vuestra casa :P

Y lo segundo que quiero decir, es que esta entrada es la introducción de una historia la cual tiene blog propio. Personalmente, me ha encantado, os animo a que os paséis por su página: http://www.libroforeveryoung.blogspot.com/

Y nada más que decir. ¡Que lo disfrutéis!


 
Admin.: David     

 
 
 

 Forever Young. 20 de agosto de 2010



Este día no era insignificante para nadie. Y mucho menos para ella.
Ka miraba al suelo de un vagón de metro, pensando como podía haber llegado hasta tal punto. No lo entendía después de tanto tiempo.

Suspiró tres o cuatro veces mientra su pie derecho daba pequeños golpes constantes contra el suelo. Estaba nerviosa, muy nerviosa.

Miró el reloj: las diez y veinte de la noche.

Hace un año, tendría que haber estado ya en casa. Ahora, todo daba igual.

Miró alrededor, y descubrió que una señora la estaba mirando. Ka la devolvió una mirada de odio y se tapó con la capucha de su sudadera verde de los "Boston Celtis". Llevaba la misma ropa que ayer, y que antes de ayer. La gente se daba cuenta de las pocas veces que se cambiaba, pero eso a ella la daba igual, quien se atreviera a mirarla o decirla algo acababa mal.

Al escuchar la voz de la mujer que anunciaba la siguiente estación, Ka fue la primera y la única en levantarse y bajar.

"Como siempre." pensó.

Aquella estación olía a la soledad que tantas veces sintió. Alejada de la ciudad, daba a un puente, cerca de un bosque. Pero al estar a las afueras, nadie habitaba allí y por lo tanto, la única que visitaba aquella estación casi siempre era ella.

Ka subió deprisa las escaleras del metro. Metió de nuevo el tiket del metro por las dichosas máquinas de seguridad para que nadie se escape sin pagar.

Cuando por fin respiró el aire de afuera, los ojos se le humedecieron. Hacía el mismo frío que hacía un año exactamente. Y el cielo estaba igual de nublado.

Como habían cambiado las cosas en tan solo doce meses...

Se encogió en su sudadera y empezó a caminar todo recto, hasta llegar a su destino.

Una parte de Ka se estremeció al ver aquel puente que tantas veces visitó, siempre sola y por un solo motivo: recordar. Recordar, que le hacía daño, pero también más fuerte, o al menos, eso pensaba ella.

Ka se sentó en el suelo del puente, con las piernas colgando a un vacío de tres metros que acababan en un río lleno de rocas. Era muy triste aquella imagen. Lo que un día fue hermoso, acaba por consumirse.

Miró al cielo cuando sintió la primera gota de lluvia, y se caló de agua en tal solo un minuto, cuando desató una fuerte tormenta. Pero a Ka le dio igual. Permaneció inmóvil allí, dejando que la lluvia azotara su cara, congenlándola. Finalmente optó por ponerse la capucha de su sudadera.

Se sumió en sus recuerdos, los de hace exactamente un año, aquella noche que la dejó tan marcada... Ka se retiró el flequillo, empapadado, de la frente para tocarse su cicatriz. "¡Qué hijo de puta!" pensó. Y una lágrima resbaló por su mejilla. Pero Ka se la limpió rápidamente, no quería llorar. Ella era fuerte, solía decirse.

Se sacó de la sudadera un collar con forma de lágrima, echo con piedras de amatista, y lo alzó al cielo, para mirar a través de él la luna. Luna llena. Era preciosa, y muy sensual, pero a la vez muy oscura, fría, ocultando siempre una cara... La luna era preciosa, pero no por ello buena.

Finalmente se volvió a colgar su lágrima y a guardársela debajo de la sudadera. Luego miró al frente, desde donde se podía ver el río, seco, y se quedó recordando de nuevo...

Pasaron dos horas cuando algo se accionó. Un llanto sacó a Ka de su trance. Miró a ambos lados y se encontró a un chico.

Era bajito, con el pelo castaño y corto y los ojos muy oscuros, prácticamente negros. Aquel chico estaba llorando. Y estaba subido al pasamanos del puente, mirando hacia abajo, como si pretendiera tirarse. Tenía toda la pinta de ser un suicidio.

Ka se quedó alucinando. Pero en el fondo, no pudo evitar reír internamente.

-No lo hagas. Es de cobardes.- se la ocurrió decir.

El chico miró sorprendido a Ka. Llevaba allí más de un cuarto de hora y aquella chica no se había ni inmutado. Había pensado que simplemente le estaba ignorando, dispuesta a dejar que se tirase. Él había venido para eso. Había elegido aquel puente por lo solitario que solía estar siempre. También eligió la hora, las doce la noche, cuando prácticamente la gente ya está en sus casa y nadie podría verle y detenerle. Y menos llamándole cobarde.

-¿Y que más da que sea de cobardes? Es mi salvación...

La voz de aquel chico sonaba quebrada, con mocos, como cuando llevas llorando más de dos horas. La verdad, tenía un gran disgusto en el cuerpo. Pero Ka no sintió lástima alguna. Ella misma tenía sus problemas y no la apetecía escuchar tonterías de los demás.

-Te aseguro que ninguna razón es suficiente para quitarse la vida.

Él la miró indignado. ¿Qué coño sabía ella?

-He perdido a alguien muy importante, ¿sabes?

Ka se rió todavía más, pero no lo demostró. ¿Perder a alguien? ¿Una novia? ¿Su mejor amigo? Ella había perdido todo eso y más, de la peor forma posible hasta quedarse sola, y por ello no se iba a suicidar. Había que ser muy débil...

-La gente va y viene. Tú decides si quedarte.

El chico mira al cielo. Suspira. Prefiere no hablar del tema, y menos con una desconocida que parecía reírse de él.

Tras tres minutos de silencio:

-No lo harás.

-¿Y tú que sabes?

-Te hubieras tirado nada más venir. Tardas mucho. Si te lo piensas, de verdad sabes que no te merece la pena.

-Lo deseo.- dijo él con sinceridad.

-Pero te da miedo.

Él no quiso escuchar aquellas palabras. No le gustaba admitirlo.

-Me tiraré.

-No me quedaré aquí para verlo. Quizás mañana me pase por aquí, si te veo, sabré que tenía razón: ningún motivo es suficiente para quitarse del medio.

Ka se levantó, y le guiñó un ojo. No miró atrás para ver si aquel chico se había tirado o no. Directamente se fue de nuevo al metro, decepcionada por alguien que se suicida a la mínima de cambio.

Si supiera él lo que ella había pasado...




Escritora Te Hechizará.

Microrrelato por PaulaMoustache♥

Bueno, pues parece que la cosa marcha. Nos ha sorprendido un poco la rapidez con la que han empezado a llegarnos los correos; yo, al menos, esperaba que tardasen un poco más y que fuesen más escasos (que tampoco es que estemos hasta arriba).
La segunda entrada que hemos decidido publicar es un relato corto, intrigante y tenso de parte de PaulaMoustache♥, autora de http://pensamientosdeunaslocas.blogspot.com/  y de  http://ahoraqueteconocinuncamesepararedeti.blogspot.com/
 
Os dejo el relato enviado y os animo a que sigáis enviando cosas para que un día seáis vosotros los que veáis aquí publicados vuestros textos. Aprovecho para aclarar que no sólo se pueden subir relatos cortos, sino que estamos abiertos a todo tipo de textos, como poesía, reflexiones, críticas de obras, etc.


 
Admin.: Miguel






Miro hacia atrás. Sombras y más sombras. Sigo corriendo, aunque se me hace difícil con el vestido que llevo, porque se me engancha con las puntiagudas ramas que salen de los arbustos. Escucho unas risas lejanas detrás de mí, burlándose. Corro lo máximo que me permiten mis piernas. Un mar de lágrimas cae por mis pálidas mejillas. Cada vez, la risa se escucha más cerca, atrapándome. Tengo dos opciones: rendirme o seguir corriendo. Opto por la segunda, aunque me cuesta mucho, ya que mis piernas no dan para más. Me estremezco cuando noto el aliento de alguien en mi oreja. Corro más si se puede aun. Pero me tropiezo con el largo vestido que llevo, cayéndome al suelo. Ya está, me han atrapado. Ahora sí que me rindo. Este es mi final de mi corta vida… No puedo llorar, ya se me han terminado las lágrimas, y además, ¿de qué me sirve llorar? De nada, porque con las lágrimas sólo demuestras debilidad y aunque ahora mismo esté muy débil, no puedo aparentarlo, porque si no, los dueños de estas sombras que me están atormentando se divertirán más de lo que se están divirtiendo ahora. Levanto la vista y veo el castillo, a lo lejos. Una mano se posa en mi hombro derecho. Me giro rápidamente, asustada. Pero me encuentro con una cálida mirada que reconozco inmediatamente. Él, me saca las lágrimas que había en mis mejillas y me tiende la mano para ayudarme a levantarme. Dudo un segundo entre cogérsela o no hacerlo. Me decanto por la primera opción. Y así, cogidos de la mano, nos vamos a un lugar desconocido, dejando atrás todos esos recuerdos.  



  PaulaMoustache♥

martes, 27 de diciembre de 2011

“Mrs.Lovett: The legend”. FINAL 3

¿Qué hay, gente? Muchas gracias a todos los que os habéis molestado en pasaros por el blog y, también, muchísimas gracias a los que nos habéis mandado cosas para publicar:) Esto es algo que a los otros dos admin. y a mí nos hacía bastante ilusión, así que espero que salga bien=D

Bueno, pues ya tenemos algo que colgar de la primera persona, una chica, que nos envió ayer el primer escrito.

La autora quiere aclarar algunas cosas:


"Me he documentado sobre Mrs.Lovett. Acerca de la leyenda de verdad, no de la película. Hay muchos escritos sobre Sweeney Todd, pero ninguno sobre la mujer. De la que, por cierto, se sabn más cosas. Porque eso de "El Barbero diabólico" hay pruebas de que existió realmente. Trato de reencarnar, de dar vida, a la parte que quedo en la sombra de la leyenda. Y en mi libro escribo desde su infancia. Por ejemplo, Mrs.Lovett, Nellie, tenía un hermano que murió de tuberculosis, su padre le pegaba, su madre murió poco después que su hermano pequeño, etc. No trato de plagiar, solo escribo la vida de la compañera porque me parece injusto que jamás le hayan dado mucha importancia. ¡Jamás plagiaría a la persona que más admiro: Tim Burton! "

Así que este es su escrito, el final de una de las novelas que está escribiendo.

Espero que le guste a tod@ aquel que lo lea!!:)


Admin.: ClaryClaire





“Mrs.Lovett: The legend”. FINAL 3

No  eran más de las ocho cuando  supimos que la policía venía hacia la panadería. Los vecinos   se  asomaban esperando  ver  como  bajaban del carruaje  y  se  metían en nuestro establecimiento.

-Señor, Todd, ¿Qué hacemos?

Su mente calculadora y veloz intentaba analizar la situación   y trazar un plan de huida. Pero a no mucho tardar los centinelas entraron.

-¡Corre!-Exclamó al fin-¡Baje  al horno y quédese allí quieta hasta que yo vuelva a recogerla!

-Y usted, ¡¿qué hará?!

-No me pasaré la vida ocultándome. Yo lo solucionaré.

Nos miramos preocupados unos segundos  y  corriendo  le  hice  caso. Cogí las llaves  y  bajé  por  las  escaleras  que  salían  desde el salón. Era un pasillo  estrecho y  algo oscuro. Enfrente de la puerta  tanteé el llavero  buscando  la  llave  correcta  para  abrir la pesada  y  fría puerta  metálica. Al fin la abrí  y  entré a  la calurosa y reducida  habitación. Sólo estaba iluminada por un horno  grande  y  aparatoso. El ambiente  era  muy seco  y  olía  bastante  mal  debido  a  lo  que  ahí se horneaba. Me  tiré  en  el suelo  y  apoyé  la  espalda  en  la  pared. ¿Estaría  bien  allí  arriba él solo? Deseaba que se librara pronto de la policía y me viniera a buscar  para poder sentirme aliviada.

Irremediablemente,  empecé  a  pensar  en  las  consecuencias  que  habría  ahora tras  nuestros  actos  y  prorrumpí en  un  estrepitoso  llanto  que duró mucho tiempo. Media hora más tarde después de haberme desahogado   y sumida en  una profunda  soledad, me levanté del suelo algo desfallecida. Abrí de nuevo la puerta  y cruce el umbral,  estaba segura de que el señor Todd no regresaría en mi busca. La casa  estaba completamente  vacía  y  totalmente en calma, lo contrario que en la calle, pues  el gentío alborotado  gritaba, insultaba  y daba sus opiniones a la ligera. Salí  a  la calle  y  me  infiltré  entre la gente. Podía  oír  sus  exigencias de  que Todd fuera  ahorcado. Corrí  deprisa  hacia  los  calabozos, pero me  resultaba arduo, pues  el corsé me apretaba  y  las  botas   de  tacón  me  hacían daño en los tobillos. Me desprendí del calzado   y,  más ágilmente,  emprendí de nuevo la marcha. Cuando  llegué, me situé enfrente del carcelero  y le pregunté  entre  lágrimas:

-¿Sería tan amable de dejarme pasar?

Me miró los pies descalzos  y,  al darse cuenta de mi  estado  de ánimo,  lanzó una mirada  huidiza  y  se  echó  a  un  lado, dejándome  la entrada despejada. A un paso tranquilo  me  encaminaba  por los pasillos  silenciosos, secándome las lágrimas con las manos,  veía  a  los  presos  mirarme  con  cierto deleite. Según andaba mirando todas las celdas  de reojo, uno de ellos me agarró del vestido y soltó  una breve carcajada, pero me  aferré  a  las  faldas  y  tiré de ellas  haciendo que me soltara  de  una  vez. Caminé deprisa. Y por fin divisé la celda del señor Todd. Exhalé  un  breve  suspiro para darme fuerzas  a  afrontar tal desdicha  y  agarré  los  barrotes.

-Señor Todd. ¿Está bien?
Levantó la mirada del suelo  y  agarró los barrotes  helados desde el otro lado.

-¿Qué hace aquí? ¡Tenga más cuidado o la descubrirán!
Permanecimos  en silencio durante  un largo tiempo.
-¿Cuándo…? ¿Cuándo le llegará el momento de…?
-Mañana al amanecer.

Intentando evitar  llorar delante de él me  llevé la mano a la boca y me di la vuelta.

-¿Señora Lovett? Estará  bien, salga de esta ciudad  y  olvídese   de lo  sucedido.

-Lo que a mí me pase ahora da igual.-Volví a agarrar  con fuerza los barrotes. -¿Por qué no ha dicho que yo actué como su socia?

Me  miró, coló la mano por un agujero entre las rejas y me acarició la cara lentamente. Fue la primera y última vez que vi  cariño y calor en su mirada. Coloqué mi mano encima de la suya que ahora estaba parada en una de mis frías y pálidas mejillas, y cerré los ojos.
Al  amanecer la gente  se  agolpaba en la plaza mayor, el señor Todd esperaba serio su hora  frente  al verdugo, con la soga ya  atada al cuello. Me infiltré rápidamente  entre  la  muchedumbre  y  asustada  corrí lo más cerca de él que pude. Pero  no  paraban  de  darme  codazos  y  empujones. Quería decirle  que  le  quería, quería que lo supiese antes  de  que todo aquello  sucediera, pero no  llegué a tiempo  y  cayó al cruel y solitario vacío.
Permanecí tirada delante de él largas horas, contemplaba la imagen de su sombra proyectaba ante el suelo como si fuera otra persona, mi cerebro no asimilaba lo ocurrido.

Cuando  llegué  a  casa  subí a  su  barbería  y  contemplé  melancólicamente   sus instrumentos rutinarios. Sus libros, su chaqueta colocada delicadamente en el sillón  y  sus navajas de  afeitar.

Este último  utensilio me dio una brillante  idea, ya sin fuerzas  y sin él… ¿Qué iba a hacer yo sola? La amargura  y  la  desesperación me comían por dentro como si de termitas se tratara. Así que alargué el brazo  y sin más dilación,  me adueñé de una de las afiladas y plateadas cuchillas. Y la apliqué con saña sobre mi frágil muñeca.
Mi cuerpo  fue encontrado  una semana después. Mi sangre  se  esparcía  por lo que algún día creí que sería  nuestro hogar, la navaja  se encontraba posada y en reposo sobre  mi mano izquierda, mis pupilas parecían no quitarle la vista  de  encima. Ahora,  desde  donde me encuentro, no siento ningún dolor, recuerdo  cada momento, cada insignificante detalle  y  sé que jamás podré  olvidarle.



Lorena Vilariño

lunes, 26 de diciembre de 2011

¡Bienvenid@s! Aquí comienza la aventura

¡Muy buenas y bienvenid@s a este blog!
Antes de nada, ya empezar a daros las gracias por siquiera meteros en el blog y leer estas palabras. Que, tal y como anda la cosa, no es nada fácil hacer nada y que luego salga adelante :S Y bueno, esta entrada va a ser como una guía-tutorial-bienvenida al blog, quizá se extienda un poco, pero voy a intentar ser lo más breve posible.
Veréis, esto va a ser un blog comunitario. ¿Qué leches es eso? Es un blog hecho por y para vosotros. Vamos a ser tres administradores (o moderadores, o como lo queráis llamar), y nosotros simplemente nos vamos a limitar a elegir y a subir lo que más nos guste de lo que nos enviéis. Pero sois vosotros quienes realmente haréis este blog.
Bien, ¿y qué nos podéis enviar? De todo, pero sin pasarse =) Me explico. Ya pueden ser cuentos, relatos cortos, poesía, parrafadas con sentido. Lo que sea, vaya. ¡En la afición de la escritura no hay límites! Ahora bien, sí vamos a pedir un mínimo de calidad. No me refiero a que sea una historia escrita por el propio Shakespeare, o que sea lo mejor que yo haya leído en mi vida. Pero sí os tenemos que pedir que cuidéis las faltas de ortografía, que esté más o menos bien estructurado y todas esas cosas. Si vemos que lo que nos enviáis es realmente bueno, pero no está muy pulido, hasta os ayudaríamos dándoos algunos consejos. Otra cosa que os vamos a pedir es que no nos enviéis hojas y hojas del mismo texto. Esto es Internet, amigos, no podemos hacer una sola entrada de diez folios. Primero porque no sería justo para el resto y, segundo, porque, creedme, leer algo tan largo en una pantalla de ordenador cansa.
Aclarado esto, el modo con el cual nos tendríais que enviar las cosas es por correo. Por favor, ¡NO nos enviés ARCHIVOS ADJUNTOS! Por el simple hecho de que es un coñazo para vosotros y para nosotros. Que si subirlo, que si bajarlo, que si tener un Word compatible... Nada, nada, nos lo enviáis en el propio mensaje del correo y listo. Donde lo escribáis da igual; lo podeis escribir en un Word y luego copiar y pegar. Si queréis que pongamos alguna cosa de vuestra parte también ponedlo en el mismo correo. O si no queréis que sepamos vuestro nombre porque os da vergüenza, mandad solo el texto y ya. No diremos quiénes sois ni nada por el estilo, privacidad asegurada ;) Si teneis blog propio, es una buena forma de publicitarse también, sólo poned vuestro blog y qué queréis que digamos junto con el texto, y lo pondremos.
El correo al que tenéis que enviar las cosas es este:
Creo que ya no tengo nada más que decir. Este blog ha sido creado con muchísima ilusión por nosotros tres, y queremos que salga adelante. Ah, otra cosa más, si tienes tuenti y este blog te ha llegado por otros medios, te interesará saber que hay una página (Palabras, papel y tú). Si te unieras y se lo enviaras a toda la gente posible nos harías un gran favor =) Y, por último, daros de nuevo las gracias por leer esto y prestarnos un poco de atención :D
Y, en fin, gente, por nuestra parte, nada más que decir.
¡Un saludo y a cuidarse!